lunes, 3 de noviembre de 2014

Amor sin barreras





Esta historia es Cristopher un chico que ingresa a la universidad con la ilusión de lograr una carrera para su futuro, los primeros días fueron muy duros, el no conocía a nadie, cuando ingreso a su primera clase noto que en el salón había tres lugares libres y decidió tomar el lugar junto a la pared, donde se encontraba una chica llamada Stephanie quien prontamente se convertiría en su amiga.

Cristopher pasaría más de dos semanas, hasta que conocería a Amaya, una chica muy simpática que no había notado en clases, Cristopher no pudo disimular el gusto que sintió al mirarla, el solo procedió a sentarse. Pregunto a Stephanie ¿Quién era esa chica?, a lo que ella contesto se llama, Amaya es una chica muy agradable, pero es demasiada reservada, pero es una excelente estudiante.

Stephanie noto en Cristopher un brillo en sus ojos a lo que pregunto qué le estaba pasando. Cristopher solo contesto que quedo deslumbrado por Amaya.

Desde ese momento Cristopher, se planteó acercarse poco a poco donde Amaya, pero los nervios siempre lo traicionaban, solo saludaban de un hola y chao, cuando Cristopher se moría por saludarla beso en la mejilla. 

Pasaron varios días así, hasta que casualmente, en una clase los juntaron para realizar un proyecto juntos, donde debían describir como era su compañero. Sabían que tenían que compartir tiempo juntos.

Cristopher, sabía que no tenía mejor oportunidad para saber todo de Amaya y poderla conquistar. Fue así que ese mismo día quedaron de acuerdo en salir a tomar un helado en la tarde después de la universidad. 

Los dos se encontraron a las afueras de la universidad, y se dirigieron a comprar el helado y conversar un poco, Amaya había notado que Cristopher la trataba de una manera muy especial, notaba un gusto de él hacia ella. 

Una vez que compraron el helado decidieron irse a un parque. 

Al llegar al parque se sentaron en unas bancas que daban a una pileta, Amaya pregunto a Cristopher que le cuente sobre él, a lo que el accedió muy sorprendido.

Le comento que provenía de una familia de nivel medio y que era hijo único, Amaya le pregunto ¿te puedo hacer una pregunta indiscreta?, a lo que respondió que ¡sí!

Amaya pregunto a Cristopher ¿tienes novia?, a lo que él respondió que ¡no!, Amaya solo se sonrojo y se quedó callada. 

Cristopher sabía que era el momento indicado para saber de Amaya a lo que él, pidió que le cuente a cerca de ella. 

Amaya le conto que es la segunda de tres hermanas, que proviene de una familia igual a la de él. Que es una chica muy amable y que le gusta compartir buenos momentos con amigos.
Cristopher no podía aguantar más las ganas de preguntarle si tenía novio, así que se lo dijo, el ella contesto que no.

A Cristopher se le ilumino la cara, formando una sonrisa que muy difícilmente podría ser borrada. Esa tarde conversaron por varias horas, Cristopher después de terminar la conversación decidió acompañarla a su casa. A lo que Amaya acepto sonrojándose, y así fue Cristopher, la dejo en su casa, en la puerta para despedirse Amaya se acercó a Cristopher y le dio el ansiado beso en la mejilla.

Cristopher solo se sonrojo y de despidió de ella, el tomo el rumbo a su casa, al llegar de dirigió a su cama donde, al mirar el techo solo recordaba el beso. 

A la mañana siguiente, Cristopher llego tarde a la universidad, y al entrar al salón de clases se llevó una sorpresa Amaya, le había guardado un puesto junto a ella, el sonriente se sentó y paso allí todo el día de clases. 

Faltando diez minutos para salir a la casa, Cristopher paso un papelito a Amaya donde le pedio que le diera el número de su celular para poder escribirle, Amaya le dio su número y también pidió el de Cristopher. 

Desde ese momento pasarían 20 días donde Cristopher y Amaya se estaban conociendo más profundamente. Llego el día de entregar el trabajo acerca de que como era su compañero. Ambos entregaron el trabajo y aquel maestro solicito describir, a su compañero con una palabra a lo que Cristopher dijo: Espectacular y Amaya dijo: Caballero.

Habían pasado más de un mes, y Cristopher había decidido, declara su amor ha, Amaya. Para lo cual la cito en el parque donde habían salido por primera vez.

Se esmeró, compro un ramo de rosas rojas y había escrito una pequeña carta para ella. Al llegar el momento, Amaya se encontraba hermosa y Cristopher nervioso solo dijo: ha pasado tiempo desde que nos conocimos y debo confesarte que me he enamorado de ti, y quiero que tú aceptes ser mi novia? a lo que Amaya respondió con un ¡sí!

Desde ese momento pasaron 1 año y 2 meses juntos, hasta que una mañana Amaya se desmayó en el salón de clases, y fue trasladada a la enfermería donde la doctora recomendó llevarla a un hospital ya que no recobraba la conciencia. 

Cristopher la acompaño al hospital, y el doctor recomendó mantenerla en observaciones por dos días, llamaron a los padres de Amaya quienes llegaron de inmediato, esa noche Cristopher pasó toda la noche a lado de Amaya cuidándola. 

Al día siguiente el medico comunico a la familia de Amaya, que ella se estaba padeciendo un cáncer y la posible solución es seguir un tratamiento que la dejaría sin cabello. 

Cristopher había escuchado el fatal resultado, se congelo por un minuto, se le pasó por su mente tantos recuerdos junto a Amaya, y no creía que eso fuera posible.

La familia de Amaya no tenía el valor para decirle la noticia, a lo que Cristopher decidió asumirla y el decírsela. Hablo con Amaya le dijo la noticia con lágrimas en sus ojos. 
 
Amaya tomo la noticia de buena manera, sabía que tenía una posibilidad de salvarse. Pero dijo a Cristopher que la relación de ellos debía terminarse en ese momento, porque no condenaría a alguien que quiere mucho sufrir a por lo que le pasaba a ella.

Cristopher quedo helado por la noticia, no la aceptaba, pero Amaya le pidió que se fuera y buscara una chica sana y bella, quien le pueda brindar momentos alegres y no tristezas como ella lo haría. 

Cristopher acepto la decisión pero dijo ha Amaya con voz firme que el la acompañaría como amigo a cada terapia hasta que se curará.

Así pasaron dos meses, Cristopher acompañaba a Amaya a cada terapia y observaba como se perdía su cabello. El tratamiento parecía dar resultado. 

Amaya denotaba en su rostro una recuperación, así paso más de un año, hasta que se le practicó un nuevo examen. Amaya había vencido el cáncer, estaba curada, se sentía feliz, lo había superado.

Ese momento Cristopher la abrazo y le dijo al oído de Amaya, yo sabía que lo vencerías. Amaya respondió gracias a tus cuidados y por no dejarme sola.

Amaya salió del hospital en la noche, de dirigía a su casa, al llegar se llevó una gran sorpresa Cristopher estaba en la puerta esperándole como cuando se declaró a ella en el parque. 

Amaya se acercó a Cristopher y le pregunto ¿Qué haces aquí? A lo que Cristopher respondió, vengo por la mujer que amo y quiero que vuelva a ser mi novia.

Amaya no podía creerlo, ella con una sonrisa acepto nuevamente a Cristopher, y así continuaron muchos años hasta formar un hogar.

“Esta historia demuestra que pese a las adversidades siempre hay una pequeña esperanza que cuando la buscas y no decaes ganaras y serás feliz”


Autor: Cristian Murgueytio 03/11/2014

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