martes, 11 de agosto de 2015

De niños, hasta jóvenes, nació este amor



La vida de niños nos presentó,
Ella mismo nos separó por un tiempo,
Nos enseñó a ser fuertes, nos dio experiencia,
Nos enseñó a reconocer lo bueno y lo malo,
Pero ella misma nos tenía preparado volver
A encontrarnos para seguir enseñándonos.

La vida y el destino, tenían claro que primero,
Debíamos aprender del sufrimiento y el dolor,
Tenían que poner aprueba una amistad de niños,
Para comprobarla que el tiempo no se la llevaría.

Cada uno por distintos destinos debíamos recorrer,
Diferentes caminos, compartir con nuevas personas,
Conocer nuevos amores, experimentar nuevas emociones,
Vivir el dolor de una traición o una mentira.

Debíamos aprender a ser fuertes, aprender que al caernos
Debemos levantarnos con mayor fuerza, que siempre
Debemos verle el lado positivo a las situaciones por adversas
Que estas parezcan.

Una vez que hayamos atravesado todas estas etapas,
La vida y el destino mismo se encargarían de volvernos a
Encontrar.

Así pasó, transcurrió el tiempo, más o menos 9 años pasaron
Donde cada uno aprendió sus lecciones y estábamos listos para
Volver a encontrarnos y continuar con lo que la vida
Nos tenía predestinado a que sucediera.
Y así la vida nos puso nuevamente frente a frente
Aquella niña y aquel niño por fin habían aprendido lo necesario
Para poder continuar su camino, tomados de la mano de la
Amistada, que en un futuro se transformara en amor.

La vida por más absurda que parezca siempre tiene un
Motivo, un propósito. Debes dejar que ella te sorprenda
Recuerda que las mejores cosas de la vida vienen de la nada.

Cuando menos te lo esperas la vida da respuestas a las preguntas
Que te asías de pequeño, y una que me dio respuesta fue a la de
¿Dónde está la mujer de mi vida?

Y tan claro me respondió la vida y el destino que me dijeron;
Te la presentamos de niña, para que entables una amistada,
Quisimos probar que el tiempo mantendría esa amistad.

Debíamos dejar que los dos aprendieran lecciones,
Que conocieran ciertas situaciones con otras personas
Para que cuando se vuelvan a encontrar estén listos
Para disfrutar el fruto de su paciencia.

Y así fue el destino me puso frete a aquella niña, que ahora
Es la mujer que tanto quiero, con quien disfruto cada momento,
Con quien no me da miedo dejarle conocerme profundamente.

Estoy agradecido con la vida y el destino por responder preguntas
Que pensaba nunca llegarían a tener respuestas, ahora sé que
Primero debemos aprender, reír, llorar, para que cuando llegue la
Persona indicada sepas como disfrutar y hacerla y ser feliz junto a ella.

Autor: Cristian Murgueytio
Fecha: 2015/08/11              13h25
Quito – Ecuador